Botas de siete leguas

Llegamos a Pingyao desde Xian en tren nocturno. Aviso a navegantes. La estacion de tren no tiene consignas. Las mochilas las tienes que dejar en los puestecitos de ventas de bebida que hay a la salida. Es un poco arriesgado pero no hay otra forma si no quieres cargar con ellas durante todo el dia (si es que no vas a domir en la ciudad).

Pingyao es famosa por la ciudad antigua, que se mantiene igual que estaba en las dinastias Ming y Quing. Y ese es el problema, que deberian de haberla 'renovado' un poco. Vamos, que una manita de pintura no le vendria mal.

Para entrar a la ciudad antigua de Pingyao hay que pagar 120 yuanes (12 euros) por persona, mas que la ciudad prohibida de Beijing.

Al principio te llevas una pequenha decepcion, porque desde la muralla hasta el comienzo de la zona antigua hay que hacer un pequenho trecho por unas calles muy poco pintorescas. Una vez dentro de la ciudad, y si te mantienes dentro de las calles principales, es un bonito paseo. Tienes un monton de casas que puedes visitar, templos, el primer banco que se fundo en China (de pelas, claro) e incluso una antigua carcel.

Bajo nuestro punto de vista Pingyao esta bien, pero creemos que no vale la pena para el esfuerzo que hay que hacer para llegar a ella. En el mismo estilo, preferimos Lijiang.